Aprende a condimentar tus comidas justa de sal
El excesivo consumo de sal es una de las principales causas de hipertensión, retención de líquidos y problemas cardiovasculares. Integra nuevos hábitos, reduce su consumo y encuentra nuevas formas de llenar de sabor tus platillos favoritos
El excesivo consumo de sal es uno de los hábitos alimenticios que más preocupa a médicos y especialistas en nutrición, es importante enfatizar que la sal hasta cierto punto es imprescindible para la vida pero cuando se consume en grandes cantidades tiene un efecto perjudicial para la salud.
La sal es uno de los condimentos e ingredientes para la conservación de alimentos más antiguos, sin embargo aunque es ciertamente esencial en la cocina se ha vuelto un ingrediente de cuidado y bastante conflictivo. Esto se debe principalmente a su directa relación con la hipertensión, considerada un enemigo silencioso que puede contribuir a provocar infartos al corazón o cerebrales e insuficiencia cardíaca, también se relaciona con padecimientos renales y hepáticos.
La realidad es que cuando se consume con cautela y conciencia no simboliza un grave problema, sin embargo según información liberada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) la recomendación de ingesta por día es de 2 a 5 gramos por día y la realidad es que la mayoría de las personas consumen prácticamente el doble. Esto se relaciona directamente con el estilo de vida, la vida sedentaria y por supuesto con el alto consumo de alimentos procesados y comidas rápidas.
Teniendo en cuenta que sólo el 15% de la sal que consumimos al día proviene del salero o del proceso de cocción, está claro que lo demás se obtiene mediante el consumo de alimentos y bebidas ricos en sodio. La situación es que de manera generalizada tendemos a consumir más sodio del debido ya sea por costumbre o desinformación, no en vano la oferta de variantes de sales se ha vuelto cada vez más grande y las hay de todo tipo: sales yodadas, con flúor, sin sodio y todo tipo de alternativas al consumo de sal refinada; la regla básica “No se trata de eliminar la sal, pero sí es necesario moderarla”.
Bájale a la sal ¡Sí se puede!
- Aunque la sal no aporta calorías y no influye en los depósitos grasos tiende a variar el equilibrio de electrolitos del organismo y aumenta el contenido hídrico que tiende a reflejarse en el peso corporal y también se puede manifiesta mediante la retención de líquidos. También es importante saber que el sodio estimula el apetito y la sed, vigila su consumo para evitar estás condiciones.
- Diversos especialistas señalan que es mejor optar por el consumo de sal marina a la refinada, esto se debe a que la marina aporta pequeñas cantidades en minerales como el calcio, el magnesio y el yodo.
- Nuestras papilas gustativas han creado una especie “de costumbre al consumir sal” en muchas ocasiones los alimentos no la requieren pero aún así la agregamos. Evita utilizarla mientras cocinas y aprende a reemplazarla por deliciosos y aromáticos condimentos, especias y hierbas de olor. Tus mejores aliados serán el orégano, la albahaca, el perejil y cilantro en polvo, el comino, el limón, el vinagre, la pimienta el cúrcuma y jengibre. También el toque perfecto puede ser utilizar todo tipo de hierbas frescas, llenarán de vida tus platillos.
- Siempre lee las etiquetas de todos los productos que adquieres, en su mayoría están llenos de sodio sobretodo los aderezos, salsas comerciales, botanas saladas, patatas fritas y todo tipo de comidas pre-cocinadas.
- Olvídate de dejar el salero en la mesa, es lo peor que puedes hacer ya que sólo aumentará las tentaciones.
- Crea el hábito de preparar tus comidas en casa y cuidando la calidad de los ingredientes, pero sobretodo tomando mejores desiciones para tu salud; evita el uso de grasas saturadas, embutidos, condimentos y salsas industriales y comidas congeladas. Cocina con amor para nutrirte y estar saludable.
- Vigila todos los alimentos que consumes a lo largo del día, sobretodo las colaciones, en muchas ocasiones las consumimos sin saber que aportan un extra de sodio bastante preocupante.
- Integra nuevas técnicas de cocción de los alimentos que se destaquen por conservar de la mejor manera los nutrientes de cada producto y que se distingan por evitar el uso de la sal, como es el caso de los alimentos a la parrilla, al horno o al vapor.