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Las grasas que debes evitar a toda costa si estas a dieta

Tanto las grasas monoinsaturadas como poliinsaturadas son buenas para el organismo, mientras las saturadas y las trans son dañinas para nuestro cuerpo

Las grasas que debes evitar a toda costa si estas a dieta

Solemos identificar grasa con comida rápida, platos muy contundentes o poco saludables. Sin embargo, las grasas que contienen algunos alimentos son imprescindibles en nuestro día a día, por lo que tenemos que saber distinguir qué grasas podemos ingerir y cuáles debemos evitar, sobre todo cuando estamos inmersos en un proceso de adelgazamiento.

Si lo que queremos es perder peso y buscamos dietas para adelgazar en internet lo primero que encontraremos es que debemos eliminar la grasa de nuestra alimentación. Pero es un error mayúsculo: debemos consumir algunos productos que contienen grasas saludables, ya que son muy buenas para nuestro organismo.

Por tanto, lo esencial es saber discernir entre grasas sanas y grasas a evitar y eso es lo que vamos a hacer en las próximas líneas: descubriremos qué alimentos debes introducir en tu dieta y cuáles debes mantener alejados para que tu plan para adelgazar no se venga abajo. Y, como vas a poder comprobar, es algo muy sencillo de llevar a cabo.

Grasas saludables

No todas las grasas son dañinas, ni mucho menos. El cuerpo necesita grasa saludable para su funcionamiento ya que absorbe nutrientes y vitaminas y, además, es una gran fuente de energía. Además, las células grasas combaten la inflamación y ayudan en el proceso que elimina las placas de colesterol de las arterias.

¿Qué grasas son las que debemos ingerir a diario? Son las que se denominan grasas poliinsaturadas y están presentes en alimentos sanos y saludables como el aceite de oliva virgen extra, las carnes magras de ave como el pollo y el pavo, los pescados, especialmente los pescados azules, y frutas como el aguacate.

Esas grasas sanas aceleran la pérdida de peso, al igual que las grasas monoinsaturadas. Algunos alimentos que son ricos en este tipo de grasas son las nueces u otros como el aceite de oliva o el aguacate, que también tienen una buena cantidad de grasas poliinsaturadas. Uno de sus efectos es su naturaleza saciante, que ayuda a que comamos menos.

Por tanto, comiendo grasas saludables introducimos energía en el cuerpo, ayudamos a la absorción de nutrientes y vitaminas, eliminamos de nuestro organismo el colesterol y, además, es saciante, por lo que será más fácil que consigamos nuestro objetivo a largo plazo que no es otro que adelgazar. Las grasas se muestran así como imprescindibles.

Gasas trans y saturadas

En el otro extremo de la balanza hay dos tipos de grasas que debemos evitar a toda costa en nuestra alimentación: por un lado, las grasas trans; y, por otro, las grasas saturadas. En ambos casos se trata de sustancias presentes en alimentos poco saludables y que pueden provocar graves problemas de salud a largo plazo en las personas.

Hay varias razones para evitar las grasas saturadas. Son unas de las causas directas del aumento de los niveles de colesterol malo, el LDL, eliminando al mismo tiempo el colesterol HDL, el conocido como colesterol bueno. También provocan un aumento de peso, que suba el riesgo de ataques cardíacos o las inflamaciones.

Pero, si hay algo que distingue a los alimentos ricos en grasas saturadas es que son los más asociados a la obesidad. Los alimentos altos en grasas saturadas suelen tener, al mismo tiempo, una enorme cantidad de calorías, por lo que provocan directamente el aumento de peso. Y, por si fuera poco, son más difíciles de eliminar del cuerpo.

Además de las grasas saturadas, también hay que decir adiós a las grasas trans. Se trata de un tipo de grasas que han sufrido un proceso de hidrogenación para convertir los aceites saludables en otros más sólidos para favorecer su durabilidad y su textura. Es habitual encontrar este tipo de grasas en las comidas rápidas, en alimentos como las patatas fritas y en productos de bollería industrial y alimentos ultraprocesados.

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