Del palacio a la pasarela, el cambiazo de Charlene de Mónaco
Como muy pocas veces la podemos ver, dejó relucir su lado más edgy
Cada vez se vuelve más común que las damas de la realeza engalanen la front row de los desfiles de moda más exclusivos del mundo. La temporada pasada hasta la Reina Isabel engalanó uno de los shows, y en esta ocasión ha sido la Princesa Charlene quien ha dejado unos minutos el palacio para hacer una aparición en la París Fashion Week. Si las royals monegascas suelen ser las principales protagonistas de estos eventos, con Carlota Casiraghi siempre presente y Beatrice Borromeo haciendo apariciones en su país natal, esta vez ha sido la esposa del Príncipe Alberto quien no quiso perderse el desfile de la firma Akris.
Que si se trataba de una cita fashion, Charlene de Mónaco dio un giro a su habitual look para mostrarse más edgy que nunca. Siguiendo la regla no escrita de los desfiles de moda, la Princesa recurrió a un vestido de la firma anfitriona del desfile. Charlene se enfundó en un elegante pero seductor vestido en encaje negro con cuello alto. A diferencia de cómo apareció en la pasarela que lo mostraba con el torso descubierto, la sudafricana prefirió llevar un slip negro debajo, haciendo un juego de contrastes en las telas. Si ya se trataba de su look más rocker, no podía faltar una chamarra de piel negra sobre los hombros que combinaban con sus altos zapatos de tacón en el mismo color.
Para adaptarse a la moda parisina, Charlene llevó un maquillaje de lo más natural, combinado con su rubia melena completamente tirada hacia atrás con una caída natura que dejaba apreciar a la perfección su rosto. Los accesorios al mínimo con apenas unas perlas por aretes, fueron los complementos con los que Charlene perfectamente podría haber pasado por miembro de la industria de la moda.
Sorprendentemente, a pesar de que Pauline Ducruet –hija de la Princesa Estefanía- ha hecho acto de presencia en varios desfiles de la Semana de la Moda de París, en esta ocasión no coincidió con su tía en el evento. La Princesa se sentó en solitario en la front row para disfrutar el show y más tarde se le vio felicitar efusivamente al diseñador Albert Kriemler.
Apenas hace unos días, Charlene se mostraba tan estilosa como siempre en su faceta de princesa, en la gala por el océano global ofrecida por el Príncipe Alberto en Montecarlo. Esta nueva aparición ha sido una prueba más de lo multifacética que puede ser la nadadora convertida en princesa.