Proteína animal para estimular el cerebro en tu dieta
Las proteínas son necesarias para el buen funcionamiento del cerebro. No todos los alimentos fuente de proteína son iguales, revisamos qué proteína animal para estimular el cerebro incluir en la dieta
Las proteínas son los componentes básicos de los músculos y los órganos. Además de ser un nutriente esencial para la reparación de tejidos y células, las proteínas son necesarias para la producción de sustancias químicas cerebrales importantes.
No todas las fuentes de proteína son iguales. Una fuente de proteína animal que los expertos en nutrición y en salud sugieren consumir es el pescado. La Fuente de Nutrición de Harvard señala que el pescado es una parte muy importante de una dieta saludable.
Obtener los nutrientes adecuados ayuda a que el cerebro funcione adecuadamente y también puede contribuir a prevenir el deterioro cognitivo. Los pescados y mariscos contienen muchos nutrientes esenciales que favorecen el funcionamiento del cerebro.
Los pescados tienen un alto contenido de proteína completa de calidad y son bajos en grasas saturadas; son una de las principales fuentes de grasas omega-3 (especialmente el pescado graso); y aportan otros nutrientes como la vitamina D, vitamina B12 y selenio.
La Universidad de McGill comparte que hay algunas pruebas experimentales que respaldan un vínculo entre el consumo de pescado y la salud del cerebro.
“Se ha demostrado que los bebés nacidos de madres que consumieron más pescado durante el embarazo tienen una inteligencia verbal mejorada, mejores habilidades motoras finas y un comportamiento prosocial”, informa McGill.
En personas mayores de 65 años, el consumo de pescado también se ha relacionado con efectos positivos en el cerebro. En una investigación a 260 personas mayores, se encontró que los sujetos que comían pescado al horno a la parrilla pero no frito cada semana tenían mayores volúmenes de materia gris en las áreas del cerebro responsables de la memoria y la cognición.
Los ácidos grasos omega-3 son esenciales, las personas deben obtenerlos a través de los alimentos porque el cuerpo no los produce, y son cruciales para una adecuada protección cardiovascular y la salud del cerebro.
Harvard explica que las grasas omega-3 se han relacionado con niveles sanguíneos más bajos de beta-amiloide, la proteína que forma grumos dañinos en el cerebro de las personas con la enfermedad de Alzheimer.
La psiquiatra nutricional Uma Naidoo indica que la falta de omega-3 en la dieta tiene efectos perjudiciales sobre la función cognitiva. El consumo de omega-3 puede ayudar a proteger el cerebro sano y retrasar el deterioro cognitivo en los casos leves. Los niveles bajos de omega-3 también se han asociado con la inflamación crónica, lo que podría contribuir a los síntomas de depresión.
Las pautas dietéticas para los estadounidenses y la Asociación Estadounidense del Corazón sugieren el consumo de pescado al menos dos veces por semana.
Por Alba Hernández